lunes, 8 de septiembre de 2008

EL FIN DE LA VIOLENCIA Parte 1



Me había negado a escribir al respecto pero el blog vecino y su contestatario sarcasmo (espero que sea sarcasmo. ¡Por amor de diós que sea sarcasmo!) me hacen levantar la mano y dedicar algunos parrafitos al respecto.

Violencia: Es el intento de anulación del otro. Puede ser de 2 maneras, que el deseo de anular al otro sea consciente, este implica únicamente maldad, contra ella nada ni nadie. Si es inconsciente es por ignorancia, por miedo de que el otro me anule primero. (El mexicanísimo "Más vale chingar que ser chingado"). Se aplica para personas y para el Estado.

Marchas de blanco: La primera, años atrás; me pareció buena idea, ahí estuve y no pasó nada, es más, según los números todo empeoró. A la chingada con sus marchas. Pero es una manifestación legítima, si los medios la convierten en una campaña de fin de año no puede resultar del todo mal. Prefiero que me vendan las playeras blancas contra la inseguridad que el teletón o Bailando por un Sueño.

Los delincuentes: No llegaron en una nave espacial, ni en barco desde el horizonte. No son ellos, no son una raza aparte, no los podemos identificar por el color de su uniforme, no son teporochos ni "judas panzones" en la esquina de tu casa (bueno a veces si). Esos secuestradores, ladrones de autos, asesinos y violadores en su mayoría tiene madre, familia, cenan pavo en navidad y dan abrazos. Alguien los educó, ella o él son los verdaderos culpables. En este momento mientras lees, alguien está educando a su hijo, sobrino o nieto que será un ladrón asesino violador.

Continuará...

2 comentarios:

Juan Evers dijo...

Jijiji... Ojala...

América Gutiérrez dijo...

Tu entrada me puso triste. Cómo cuando salí de ver Batman de Christopher Nolan, que no es una obra maestra ( aclaro, solo viene a cuento por lo del perfíl del delincuente en estas historietas) pero toca fibras sensibles acerca de la condición humana. La eterna y básica lucha de los "buenos" y "malos", la pregunta es quien es quién. Ojalá que el miedo desaparezca y la humanidad vuelva aconfiar en ella misma, aunque para eso se necesitan muchos golpes más.