viernes, 13 de junio de 2008

NOSOTROS



Las palabras tienen, además de sus implicaciones gramaticales y semióticas, un poder que va más allá. Inténtenlo con palabras comunes y corrientes como Amor o Muerte. O con mantrams como: Ohm mani padme hum, o si saben hebreo.... con el nombre de Dios.

Pues nuestra clase política lo sabe y lo está utilizando al máximo, su palabra mágica, con la que nos tienen divididos y enfrentados es: (Redoble de tambores...) “NOSOTROS”.

Sin hablar de teorías específicas la teoría política esta basada en el principio del /nosotros/, /nosotros/ estamos hartos de la corrupción, /nosotros/ estamos cansados de la delincuencia, /nosotros/ queremos empleos. Quien maneje mejor esta palabra está del otro lado y lo mismo gana elecciones que llena el zócalo.

La retórica de los políticos, en este momento histórico de México, está enfocada a dividir y agrupar los elementos del conjunto universal (los que escuchamos). Nos ponen como canicas en el piso y tomando la palabra, limita y selecciona cierto número de elementos y los atrae a si mismo creando un /nosotros/ temporal, frágil que debe mantenerse unido lo más posible, por lo menos hasta la siguiente elección. Es donde entra el contrario e intenta romper ese nuevo conjunto y formar su propio /nosotros/.

Un ejemplo está en la legalización del aborto, ojo que no discutimos la legalización del aborto si no el discurso.
Así, los hay “A favor de la vida” un nombre para ese /nosotros/ algo ventajoso por que quien esté por la legalización del aborto está automáticamente “A favor de la muerte” o “En contra de la vida” y nadie en su sano juicio se suma a un conjunto así.

En cambio el discurso pobre lo tienen los que están a favor de la legalización del aborto ya que decidieron llamarse “A favor de la libertad de elegir”. Complejo y poco pegajoso.

Por eso hay que escuchar y analizar: ¿Quién lo dice? ¿Por que lo dice? ¿Que quiere lograr? ¿Cuál es su contexto? ¿Con qué información cuenta que yo no poseo? ¿En realidad que quiere decir? Y sobre todo, recordar y saber de historia: ¿Quién en la historia es este que me habla?

Reducir la ignorancia es segura vacuna contra la retórica chafita que invade nuestra política actual.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De entrada la página es muy interesante, pues efectivamente nuestros políticos utilizan la carga semántica en su verborrea para orientar o más bien dicho desorientar la opinión pública dentro de los temas de interés nacional¡Ojalá que aquí empecemos hacer el ejercicio de tomar nuestra ciudadanía y de una vez por todas alzar la voz y que se nos escuche. Se me hace recurrente el comentario de un sacerdote colombiano:"hacer protesta, con propuesta"...Es decir que señalemos cuáles son los problemas, pero también proponer soluciones y esto lo lograremos en la medida que cada uno de los mexicanos asumamos nuestra responsabilidad para ser parte de ellas.Tenemos que ocuparnos en dar opiniones sustentadas y sustentables, pensar más allá, analizar, cuestionar, argumentar, ser protagonistas de nuestra historia.
Desde Chiapas aportamos nuestro granito de arena con un proyecto independiente de fomento a la lectura,pese a la falta de sentido común de algunos políticos municipales y estatales, que encajan perfecto en lo que tu comentas en la carta abierta.
Beatriz Espinosa.

Juan Evers dijo...

Independientemente de la polarización generada por el "nosotros", creo que mi artimaña favorita de la retórica política es el "SE". Cuando algo sale chido, ahí esta el presi en turno diciendo: "HEMOS construido chorrocientosmil palacios de adobe en lo que va del año". Pero cuando la riegan (que es casi siempre), ahí mandan al tarado con el peor trabajo en el gobierno a decir: "SE han perdido chorrocientosmil empleos" o "SE han extraviado chorrocientos mil millones de dólares del embargo al chinito" SE HAN PERDIDO... solitos, yo no fui, mi compa tampoco, NOSOTROS no fuimos.... sepa como paso, pero yo no fui.
En la enunciación se pierde el ser..... yeeeeeeessssssssssss
welcome, se le felicita por regresar a la internet.

América Gutiérrez dijo...

Escuché alguna vez que el que no se atreve a ser inteligente se hace político. Entre la opinión de un futbolista después de un partido y la de senador en el pleno no hay mucha diferencia. Por lo menos en el caso del futbolista hay algo de esfuerzo y sudor físico. Triste, pero tengo la esperanza de que alguna vez maduraremos como sociedad y nos volveremos críticos en conjunto. Auguro que eso sucederá cuando la selección mexicana gane un mundial ¡Ups!